Todos somos conscientes de la velocidad a la que evoluciona el e-commerce en el mundo. Cuando hace unos años lo raro era comprar a través de Internet, y sólo los “gurús” más avanzados se atrevían a hacerlo, cada día está más extendido y es raro encontrar un hogar en el que no se haya comprado nada en Amazon, en las webs de ofertas o en las plataformas de comercio electrónico que todas las grandes compañías ponen a nuestra disposición.
Pero conforme crece el uso del comercio electrónico, también evoluciona la manera en que las empresas nos hacen llegar sus servicios. Una de esas evoluciones son los ya famosos beacons. ¿Habéis oído hablar de ellos? Se trata de una tecnología también llamada IPS (indoor proximity system) que permite localizar un dispositivo o un objeto determinado a través de Bluetooth con una alta precisión.
Sólo es eso, nada más. Pero entonces, ¿qué tienen que ver con el ecommerce? Es muy sencillo. Se usa para algo tan simple como mandar mensajes u ofertas a los potenciales clientes que se acercan a tu tienda. ¡Vaya! Eso suena bien… ¿cómo lo hacen?
Imagina que vas andando por un centro comercial y pasas al lado de una tienda que tiene un Beacon y en la que ya has comprado otras veces. El dispositivo se conectará con tu móvil, comprobará tu identidad y te enviará un mensaje:
¡Hola Juan! Nos encanta tenerte de vuelta, y por eso hemos decidido ofrecerte un 10% de descuento en camisetas básicas para que puedas utilizarlas con los pantalones que te compraste en tu última visita. ¡Gracias por volver!
Aquí entrarán los detractores de estos sistemas protestando por la protección de datos, el uso de los mismos o la posible “invasión” de la intimidad. Pero en realidad nadie se va a entrometer en tu vida y en lo que compras si tú no quieres. Para que el sistema funcione, tienen que darse dos condiciones:
- Que tengas una aplicación beacon en tu Smartphone. Es tu decisión instalarla para este fin, así que nadie invade, sino que es un servicio que decides que quieres tener.
- Que tengas activo el bluetooth.
Existen otras tecnologías de proximidad como la wi-fi o el GPS, pero los beacons introducen una importante novedad: la precisión. Esto es lo que les permite, por ejemplo, saber en qué pasillo o en qué sección exacta se encuentra un cliente.
Pero, ¿quién está detrás de esta tecnología? Los principales responsables, como no podía ser de otro modo, Google y Apple, los gigantes que siempre se adelantan a lo que está por llegar… allá por 2013 (hace una eternidad si pensamos en tecnología) Apple instalaba Beacons en sus más de 250 establecimientos de Estados Unidos para que sus compradores pudieran recibir notificaciones sobre ofertas y nuevos productos en sus tiendas.
¿Qué les pasó?… Claramente, fue un auténtico bombazo.
Los Beacons, que todavía siguen evolucionando, han llegado para quedarse y para transformar, una vez más, la manera de comprar, promocionando la omnicanalidad y combinando de la mejor manera posible, el mundo online con el mundo físico en el que nos acercamos a las tiendas para poder ver, tocar, probar los productos, sin perdernos las ventajas del mundo virtual.
Todo indica que el comercio del futuro funcionará recogiendo todos los beneficios que un beacon puede brindar a cualquier comprador. Si hasta PayPal, el sistema de micropagos digitales, anunció que lanzará proyectos basados en estos dispositivos para poder efectuar pagos desde el móvil sin tener que hacer filas ni pasar por caja. Una verdadera revolución a la hora de comprar.