Cómo puede Big Data ayudar al sector retail

Big Data y Sector Retail forman un tándem que está generando muy buenos resultados. Tanto es así, que la combinación del uso de grandes cantidades de datos con las estrategias llevadas a cabo por los “retailers” está mejorando la rentabilidad de las inversiones en tecnología.

En este sentido, lo realmente importante es el volumen y calidad de los datos disponibles para analizar, por encima de la madurez tecnológica. No obstante, sí es cierto que las empresas que optan por estrategias Big Data necesitan disponer de los tres elementos básicos:

Como todos entendemos, no basta con tener datos. Montones y montones de datos de los que no sabemos ni el origen, ni si han sido modificados, ni si son realmente válidos. Tampoco llega con tener buenas herramientas.

No podemos extraer buenas conclusiones con malos datos, por lo que es imprescindible una cultura orientada a la calidad del dato.

Mala calidad del dato.

Buena calidad del dato.

  • Imposibilidad de toma de decisiones de negocio sólidas, lo que supone iniciativas fallidas.
  • Incapacidad de detección de los mejores clientes y proveedores.
  • Ineficiencia de procesos de negocio por información incorrecta.
  • Disminución de la satisfacción del cliente.
  • Devalúa el valor de los datos como activo.

  • Mejora la información utilizada, lo que supone mejorar la posibilidad de mejores decisiones de negocio.
  • Ofrece una visión consistente y completa de la organización.
  • Detecta a los mejores clientes para poder ofrecerles el mejor servicio.
  • Optimiza la cadena de suministro.
  • Incrementa el valor de los datos como activo.

Pero entremos en materia, ¿cuáles son las principales ventajas que Big Data puede aportar al sector retail?

Permite conocer los movimientos de la competencia y así, anticiparnos a sus acciones.
Nos ayuda a prever y conocer los cambios o tendencias que puedan surgir en el mercado en tiempo real, optimizando, por ejemplo, la gestión de perecederos (uno de los grandes dolores de cabeza de los minoristas).
Facilita la identificación de patrones de comportamiento y para comprender mejor los hábitos de conducta de los clientes. Con esta información, se puede personalizar las ofertas y mejorar la experiencia de los clientes. Se quedarán contigo porque los conoces y les das lo que necesitan.
Permite analizar los datos en tiempo real. Si tardas una semana en analizar tus datos de ventas, habrás perdido ventas durante todo ese tiempo. Si puedes reducir el tiempo de análisis a 20 o 30 minutos, ese es el verdadero valor de Big Data.

¿Y qué ha supuesto esta tecnología? Quizás no muchos cambios, pero sí muy importantes:

Mejor planificación de la disposición de los productos.

El layout o distribución de los productos en la tienda es uno de los factores más importantes si se espera que el cliente recorra por completo la tienda y permanezca el mayor tiempo posible en ella.

Optimización del surtido.

La optimización del surtido permite clasificarlo y categorizarlo, por ejemplo, en función de parámetros como el beneficio que reportan, el volumen de ventas que generan, etc.

Previsión de ventas.

La aplicación de técnicas estadísticas avanzadas permite predecir cuál será la demanda futura de los productos comercializados, no sólo con información interna, sino agregando información externa.

Gestión del inventario y mejora del flujo del suministro de productos.

Permitiéndonos saber, en tiempo real y con datos provenientes de las máquinas, el stock que tenemos y la necesidad de reponer determinados productos.

Análisis de la fidelidad del cliente.

Es una de las estrategias clave del Big Data en el sector retail. Es fundamental contar con herramientas que identifiquen cuáles son los clientes más fieles, cuáles son sus hábitos de compra, sus preferencias, etc.

Análisis de tendencias de consumo.

En el análisis de la cesta de la compra está la clave para detectar tendencias, descubrir hábitos y, sobre todo, entender mejor el comportamiento de los clientes.

Optimización de estrategia de pricing.

Colocando ofertas especiales en zonas de mayor compra o «zonas calientes». Este factor es sin lugar a duda, uno de los más importantes a la hora de incrementar ventas y mejorar resultados.

Mejora de la experiencia de cliente en establecimiento.

A través de factores como la decoración, el diseño interior y exterior de la tienda, el escaparate, la música y una atención más personalizada, entre otros. La decisión se tomará «escuchando» a los clientes.

Y todo esto sólo es el principio. Las posibilidades son infinitas. Como siempre ha hecho la humanidad, cuantas más herramientas tenemos, más aprendemos a utilizarlas, más evolucionaremos y más seguiremos creciendo.