A poco que hayamos leído la prensa, escuchado la radio o la televisión o navegado por Internet, nos habremos encontrado decenas de veces con la transformación digital. Se habla de IoT, Big Data, analítica, ciudades inteligentes… suena a súper tecnológico, a unos avances que no nos podemos perder porque dejaremos de ser competitivos, y que están haciendo que muchas empresas decidan embarcarse en las nuevas tecnologías sin estar preparadas para ello.
¿Pero qué es realmente la transformación digital? ¿Es la tecnología la que avanza y las personas vamos detrás? ¿O es que realmente necesitamos un cambio y nos apoyamos en la tecnología?
En Torusware creemos más en la segunda opción que en la primera. No tiene sentido vivir y trabajar para la tecnología, sino que la tecnología ha de ser una herramienta que nos facilite el trabajo… y la vida.
¿Para qué sirve implantar un BI si no sabemos interpretar datos? ¿De qué sirve si la información que generamos no la usamos para la toma de decisiones? La tecnología por sí misma, aunque muchos lo crean, no va a hacer nuestro trabajo. Los que pensamos, los que tomamos decisiones, los que trabajamos, los que actuamos, somos las personas, y la tecnología es sólo el medio para ser mejores. Las ciudades no son inteligentes porque les pongamos el adjetivo “Smart”, sin la inteligencia de las personas, ningún dato enviado a un servidor nos permitirá tomar ninguna decisión. No nos servirá de nada tener los últimos avances en cuadros de mando, en IoT, en seguridad de la información, si no los usamos para transformar nuestro trabajo hacia los nuevos modelos de servicio.
Con la transformación digital nos enfocamos a la experiencia de cliente y hacerla el centro de nuestro negocio. Ya no llega con pensar EN el cliente, hay que pensar COMO el cliente, y utilizar las nuevas herramientas que la tecnología pone en nuestras manos para entenderlo, para descubrir cómo piensa, qué cree necesitar, qué necesita. Así, nos convertiremos en una extensión de nuestro cliente que hará que no pueda “vivir sin nosotros”.
Esta es la verdadera transformación. Personas que colaboran con personas para el beneficio mutuo, para entender las necesidades, para compartir experiencias, y en definitiva, para crecer.
¿Estamos preparados para desaprender y aprender de nuevo? Desde hace muchos, muchos años, se dice aquello de “renovarse o morir”.
Ahora, más que nunca, es el momento de no morir, porque la renovación promete hacernos mejores.