Gestión de la demanda con Big Data

Cuando tenemos una empresa dedicada a la venta de productos, como puede ser cualquiera de las del sector retail, una de las cuestiones a tener más en cuenta en la gestión de ella es el control de nuestros niveles de stock, es decir, de nuestra cobertura de existencias. Se trata de una función básica en todo negocio y nos servirá para tener controlado en todo momento nuestra capacidad de autoabastecimiento frente a las ventas del día a día. No hacerlo podría traducirse en una pérdida de clientes que pondría en riesgo nuestra actividad empresarial.

Para evitar situaciones de desabastecimiento es importante saber cuándo nuestra empresa ha de efectuar un pedido. Pero, ¿cómo anticiparnos a las situaciones?

Hay factores obvios a tener en cuenta, como son las herramientas de control de stock o los plazos que los proveedores tardan en servirnos pero además, hay otras situaciones que nos permitirán anticiparnos a las desagradables roturas de stock.

Un sistema Big Data nos permite analizar cantidades enormes de información provenientes de nuestros sistemas o del exterior, agregarla, consolidarla y tomar decisiones de negocio que anticipen la demanda.

De una manera muy sencilla, simplemente es nuestra herramienta para consolidar datos, tener infinitas fuentes de información… y hacernos las preguntas correctas, que Big Data responderá por nosotros.

Escoge bien las preguntas y tendrás las respuestas correctas.

Pongamos algunos ejemplos:

  • ¿Afecta la climatología a la demanda? En un supermercado, si cruzamos los datos de venta con los datos meteorológicos podremos predecir cuándo abastecernos de refrescos, bebidas, helados o si queremos poner en nuestro supermercado un stand con café o chocolate caliente.
  • ¿Estamos cerca de un estadio de fútbol? Si tenemos una cafetería o una tiemda de alimentación, podremos predecir la venta de snacks, bebidas o bocadillos, asociada a la celebración de los partidos y aprovisionarnos para ello. Podemos hacer lo mismo cruzando los datos con celebración de eventos, festivales de música, etc… todo de manera automática.
  • ¿Influye la cantidad de productos que hay en las estanterías en las ventas? Con el análisis en tiempo real de las ventas podremos descubrir si las estanterías medio llenas aceleran el consumo, o si los packs de productos se venden más que los productos sueltos aunque no se haya hecho rebaja por volumen.
  • ¿Cómo se comportan mis clientes? ¿Vienen a mi establecimiento a buscar un producto específico? Analizando las redes sociales combinadas con los comportamientos de clientes en tienda, podremos ofrecerle realmente aquello que necesitan. Por ejemplo, en una de las últimas experiencias de Torus, hemos descubierto, por ejemplo, que los clientes de una conocida cadena de supermercados querían tarrinas de guacamole más grandes o helado de mango para veganos durante todo el año. La decisión que se tome con esa información puede hacer que se incrementen las ventas.
  • ¿Deciden mis proveedores cuándo hacen ofertas 2×1? ¿Puedo decidirlo yo en función de la demanda real que tengo? ¿En qué momento me conviene más hacerlo? Os contamos un ejemplo real en supermercados: Las ofertas de pañales 2×1. ¿Por qué ocurren?
    Big Data nos ha revelado que es porque cada 50 días los proveedores de pañales liberan espacio en fábrica. Mediante un análisis de los tickets de los clientes podremos saber: ¿Se compran más pañales cuando hay 2×1? ¿Las compras las hacen de forma masiva personas concretas o está distribuida entre los clientes? ¿Cómo es la curva de compra de pañales? ¿Se compra más por el hecho de estar agrupados los paquetes?
    Con esta información, la elasticidad de la demanda la marcamos nosotros: nosotros decidimos qué y cuándo se ponen a la venta los productos.

Lo importante es empezar a hacerse preguntas, descubrir qué datos necesitamos para obtener la respuesta, cuánto nos cuesta obtenerlos, y qué beneficio vamos a conseguir. La ventaja de Big Data es que con una mínima inversión inicial, el retorno está garantizado en muy poquitos meses, y el crecimiento y la evolución la podemos decidir conforme vamos viendo resultados.

Tú decides hasta dónde quieres llegar, y dónde quieres poner los límites.